Psycho (Psicosis) (1960)

La película más conocida en la filmografía de Alfred Hitchcock es un clásico del cine que se rehúsa a morir.

Dirección: Alfred Hitchcock

Anthony Perkins, Janet Leigh, Vera Miles, Martin Balsam, John Gavin

Es una lástima que una de las películas con uno de los giros más sorpresivos de todos los tiempos sea también una de las películas más famosas de todos los tiempos. Su director, Alfred Hitchcock, recomendaba a aquellos quienes ya la habían visto que no le contaran nada a los que no sabían sobre la historia y las revelaciones de la trama. Sin embargo, es una cinta sobre la cual se ha hablado y escrito tanto, que es casi imposible verla y sorprenderse (sí señores, todavía hay personas que no la han visto).

Generalmente, las películas de terror más efectivas son las que optan por alejarse de los elementos sobrenaturales para enfocarse en la maldad que habita en el interior del ser humano. En este caso, el ser aterrador es un individuo en apariencia inofensivo llamado Norman Bates, interpretado a la perfección por el actor Anthony Perkins (quien prácticamente nunca pudo salir del encasillamiento causado por su perturbado personaje).

Psicosis se basa en una novela de Robert Bloch, quien se basó en Ed Gein, un notable asesino en serie que aterrorizó al estado de Wisconsin (y que también fue la inspiración para The Texas Chain Saw Massacre y The Silence of The Lambs. La adaptación del guionista Joseph Stefano cuenta la historia de una joven llamada Marion Crane (inmortalizada por la actriz Janet Leigh), quien comete un robo en su lugar de trabajo. Ella huye de la ciudad deseando reunirse con su amante, un hombre casado. Debido a la lluvia, se detiene en un motel el cual es administrado por Norman y desde ahí se desatan una serie de eventos que, por respeto a las nuevas audiencias, es mejor no revelar.

Con esta cinta, Hitchcock decide conectarse con el público de los años sesenta, deseoso de un cine que abordara temáticas más crudas y realistas. El resultado fue un tibio recibimiento por parte de la crítica (algunos la acusaron de “horrible” y “desagradable”), pero gracias en gran parte a la astuta campaña de expectativa generada por su director, obtuvo el favor del público masivo.

Aunque Hitchcock decidió filmar Psicosis en blanco y negro (para evitar el rojo de la sangre producida por las escenas de violencia), la cinta es poco tímida al abordar la perversa sexualidad freudiana inherente al relato (el filósofo Slavoj Žižek, propone ver al motel Bates como una estructura cuyos tres niveles pueden compararse a la estructura psíquica del Yo, el Ello y el Superyó). Su éxito llevó a que se estrenaran en la década de los ochenta y comienzos de los noventa, tres terribles secuelas protagonizadas por Perkins (en las cuales Hitchcock no tuvo nada que ver), que Gus Van Sant produjera en 1998 un inexplicable experimento en el que rehízo la película plano por plano, esta vez a todo color y con nuevos actores; y que se realizara una serie de televisión llamada Bates Motel, en calidad de precuela de la cinta original.    

Pese al diagnóstico desacertado (Bates es un esquizofrénico y no un psicópata), el paso del tiempo no ha hecho mella en Psicosis. La escalofriante música de Bernard Herrmann, la famosa escena de la ducha (en la que colaboró el legendario diseñador Saul Bass), la experta dirección de Hitchcock y las estupendas interpretaciones de su elenco, la convierten en todo un clásico del cine y uno de los referentes más utilizados en la cultura popular.

Sobre André Didyme-Dôme 1646 artículos
André Didyme-Dome es psicoterapeuta y periodista. Se desempeña como editor de cine y TV para la revista Rolling Stone en español y es docente universitario; además, es director del cineclub de la librería Casa Tomada y conferencista en Ilustre. Su amor por el cine, la música pop y rock, la televisión y los cómics raya en la locura.