Director: Luis Buñuel
Catherine Deneuve, Michel Piccoli, Jean Sorel, Pierre Clementi
Belle de Jour es todo un clásico del cine erótico, y una de las tantas obras maestras del gran Luis Buñuel. El director español, quien durante toda su vida se debatió entre el desprecio y la obsesión por la Iglesia Católica (algo que está presente en todas sus obras), catalogó a Belle de Jour como una «obra pornográfica» que exploraba el «erotismo casto». Lo cierto es que esta es quizás, la mejor película erótica de todos los tiempos, ya que nos muestra cómo el deseo no está afuera sino en nuestro interior. En el inconsciente, en la imaginación.
Catherine Deneuve, tan fría como hermosa, encarna aquí a Séverine Serizy, una respetable mujer de clase media y recién casada, que se muestra distante y frígida con su marido, el médico cirujano Pierre (Jean Sorel). Sin muchas explicaciones, Séverine termina adoptando una doble vida: mientras en las mañanas es una esposa virginal, en algunas noches se convierte en secreto en la prostituta de un burdel de París. Y gracias a su nuevo trabajo (o pasatiempo), Séverine puede explorar varias de sus fantasías sexuales masoquistas, mientras que Pierre trata de comprenderla.
Lo que en apariencia parece una película de sexploitation, es en realidad un trabajo misterioso, elegante, sofisticado, lleno de repeticiones (el maullido de los gatos), fetiches (zapatos, vestidos, barro), sugerencias (Semen retentum venenum est), enigmas (¿qué hay en la caja?), y críticas a la doble moral burguesa. El tratamiento directo, seguro y sin concesiones de Buñuel, extrae lo mejor del maravilloso guion escrito por Jean-Claude Carriere. A esto se le suma la mejor actuación en la carrera de Catherine Deneuve, lo cual ya es mucho decir.
Buñuel y Carriere no se preocupan por explicar las motivaciones y las razones de los actos de sus personajes, ni tampoco por darle un sustento racional y lógico al contexto en el que habitan. Esta es una película que nos conduce de una manera orgánica y sensual (la película carece de banda sonora), a un mundo extraño y muy particular, el cual se encuentra en las fronteras entre la fantasía y la realidad
El final de la película no llega a ser claro para el espectador y, al parecer, tampoco lo fue para su director. Pero es un final extraordinario, perturbador, enigmático y fascinante.
Dejar una contestacion