Director: Stéphane Brizé
Vincent Lindon, Karine De Mirbeck
Después de ver la dolorosa El precio de un hombre, usted nunca volverá a entrar a un supermercado de la misma manera.
Contada de un modo hiperrealista (al mejor estilo del cine de los hermanos Dardenne), esta cinta cuenta la historia de Thierry Taugourdeau (interpretado de manera impresionante por Vincent Lindon, ganador en el Festival de Cannes por este papel), un hombre desesperado por encontrar trabajo para mantener a su esposa y a su hijo con parálisis cerebral, y quien termina siendo un supervisor de seguridad en un almacén de cadena, perdiendo en en este empleo su orgullo, dignidad y respeto.
El precio de un hombre bien puede funcionar como pieza de compañía para Dos días, una noche, la igualmente magnífica cinta de los ya mencionados Jean-Luc y Pierre Dardenne, sobre la terrible angustia que significa perder o no poder encontrar un empleo.
Su director, Stéphane Brizé, demuestra, al igual que los grandes autores belgas, su talento para tratar de encontrar la verdad y la humanidad en sus historias y, aunque esta es una película dura, es más que pertinente en un mundo donde, además de buscar la igualdad, la libertad y la fraternidad, es igualmente importante tener orgullo, dignidad y respeto, tres aspectos del ser humano, incompatibles con el capitalismo salvaje.
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