Antes de revisar lo peor en la cartelera de este año que termina, hay que decir que lo peor del cine del 2016 fue el público. Cada vez más, el “gran público” (aquel que acude masivamente a las salas de cine del Múltiplex) evidencia su falta de cultura (no ven los clásicos del cine, no leen, no tienen sensibilidad artística), prefieren observar las pantallas de sus dispositivos tecnológicos que la mágica pantalla gigante que tienen al frente (y generalmente lo hacen para chatear, revisar sus redes sociales y para enviar mensajes que dicen que están en el cine viendo una película, cuando la verdad es que NO la están viendo).
Este «gran público» prefiere películas estupidizantes, superficiales y que no obliguen a pensar y califican de “malas películas” a aquellas que retan la inteligencia (y la atención) del espectador. Si no lo creen, revisen los índices de taquilla. Ni hablar de la piratería que degenera la calidad del aspecto formal de una película y hace que en realidad no se esté apreciando correctamente y con la intensidad que genera una sala de cine.
A eso se le suma el doblaje, preferido por esta generación sin bibliotecas en sus hogares y cuyo cerebro está tan atrofiado que no le permite leer dos renglones sin sentir cansancio y migraña. La culpa de que películas como Elle, Hail Caesar!, Everybody Wants Some!!, American Honey, Midnight Special, Certain Women, The Edge Of Seventeen, Popstar, Green Room, High-Rise o Loving, por mencionar algunas cintas alabadas por los críticos este año, se debe a unos distribuidores que saben que dichas obras van a ser exhibidas en salas vacías, mientras que productos desechables y patógenos hacen que el público acuda de manera masiva.
Como muestra de ello, aquí van diez ejemplos:
10. BLAIR WITCH
El director Alex Wingard, autor de la divertida película de terror You’re Next, hunde su carrera con esta secuela/remake de The Blair Witch Project, una cinta que en su época fue innovadora gracias a que inauguró el fenómeno del found footage. Actualmente, este es un recurso más que cansado y la evidencia está en la entrega dirigida por Wingard, una película de terror que no llega ni siquiera a inquietar un poco y un producto que hace que los espectadores nos sintamos estafados.
9. GODS OF EGYPT
El director Alex Proyas (el talento detrás de las magníficas The Crow y Dark City”) ya no muestra señales de vida con una película tan horrible que hace ver al remake de Clash Of The Titans como una obra maestra. Con esta estúpida historia de aventuras que destruye la riqueza de la mitología egipcia, Proyas se une a Barry Sonnenfeld (Nine Lives) y a Renny Harlin (Skiptrace) en ese grupo de directores que pasaron de ser altamente creativos a altamente ineptos. El actor Gerard Butler, protagonista de esta bazofia, continúa sepultando su carrera (London Has Fallen es su otra porquería estrenada este año).
8. UNDERWORLD: BLOOD WARS
Kate Beckinsale logró la mejor actuación de su carrera con Love & Friendship. Pero el público prefirió volverla a ver vestida de látex para la quinta entrega de una saga acerca de vampiros enfrentándose con hombres lobo. Ninguna de las películas de Underworld vale la pena y esta no es la excepción: los diálogos imbéciles, las escenas de acción aburridas y la poca o ninguna construcción de personajes, hacen de esta película un producto elevadamente tóxico.
7. TEENAGE MUTANT NINJA TURTLES: OUT OF THE SHADOWS
El director Dave Green, encargado de Earth To Echo (ese remedo mediocre de E.T.), dirige la terrible secuela de la nueva saga de Las Tortugas Ninja producida por Michael Bay (¿Tengo que decir más?). En esta segunda parte, seguimos encontrando pésimas actuaciones, diálogos estúpidos y sin gracia y hasta sexo gratuito (los ingeniosos «guionistas» se las arreglaron para hacer vestir de colegiala a Megan Fox… ¡No hay derecho!). Los fanáticos de los dibujos animados y de los cómics puede que se alegren al ver este desfile de personajes, pero la película no tiene remedio: Michael Bay logró lo imposible: hacer que odiemos a los iconos infantiles de los 80. Estas tortugas merecen la eutanasia.
6. SUICIDE SQUAD
Suicide Squad comete todos los grandes pecados de una película de superhéroes: demasiados personajes y poco desarrollo (aprendan de Marvel y entiendan que la idea es tener pocos personajes, desarrollarlos en varias películas y luego ir creciendo gradualmente), escenas de acción mediocres (¿cuál es el sentido de ver una cinta de superhéroes si las peleas son una mierda?) y presiones del mercadeo (más chistes tontos, menos controversia, campaña de expectativa exagerada y nada de historia). Y eso que no he hablado de las pésimas actuaciones (Jared Leto, Will Smith, Cara Delevingne), la pésima edición y la pésima utilización de la banda sonora, la cual es prácticamente una serie interminable de temas clásicos y contemporáneos que parecen programados por Spotify.
Suicide Squad es perfecta para los millennials: se puede chatear en el cine y de vez en cuando ver la pantalla, ya que no se pierde nada. No tiene historia.
5. CINCO
Riccardo Gabrielli, director de La Lectora y de la esperpéntica serie de televisión Cumbia Ninja, nos presenta un intento de thriller colombiano en inglés (!!) llamado Cinco. Son cinco las razones por las cuales esta cinta se merece un cero:
5. Las actuaciones son tan malas que el espectador se siente viendo una película porno de internet sin el porno.
4. La música electrónica horrible e intrusiva de la banda sonora, va acabando una a una con las neuronas del cerebro del espectador.
3. La historia acerca de una estafadora (Carolina Guerra) víctima de un asesino en serie (Jimmy Bernal), es absurda a más no poder y parece el producto de alguien que vio Focus y Saw» mientras chateaba con su celular y decidió hacer un Mash-Up indigesto con estas dos películas.
2. La estupidez de la protagonista, quien supuestamente es una estafadora experta, no tiene explicación ni justificación.
1. El final anti-climático e imbécil que sirve como la gota que derrama el vaso de este brebaje amargo.
4. GESPENTERJÄGER
Hugo el fantasma travieso es una película infantil coproducida entre Alemania, Austria e Irlanda y basada en la novela de la exitosa autora de relatos infantiles Cornelia Funke (Ink Heart). Cuenta la historia de un niño tímido, llorón y asustadizo que entabla amistad con Hugo, un insoportable fantasmita amigable (mitad Slimer de Ghostbusters y mitad Casper), quienes, junto a una veterana cazadora de fantasmas, van tras la pista de un malvado espíritu de hielo. Los efectos especiales dejan mucho que desear, así como la historia poco original, el tono escandaloso y tontarrón, los chistes tontos y los múltiples huecos argumentales. Lo inexplicable es que a Hugo le fue mejor en taquilla que al excelente remake en clave feminista de Ghostbusters.
3. EL PASEO 4
Esta copia mediocre de la saga National Lampoon’s Vacation, sobre una familia colombiana en vacaciones, es un producto horripilante, grotesco y estúpido. Da vergüenza que en el mejor año para el cine de nuestro país (El abrazo de la serpiente, La tierra y la sombra, Anna, Siembra, Jericó), los mayores éxitos de taquilla sean Uno al año no hace daño 2, “Usted no sabe quién soy yo, El Coco, Agente Ñero Ñero 7 y esta pseudo-película. El productor Dago García ya anunció una quinta entrega.
2. THE DIABOLICAL
Existen películas en las que todo está mal. The Diabolical es una de ellas. Hasta su título está mal colocado. La historia de una familia conformada por una madre viuda y sus dos hijos quienes ven su vida alterada por la aparición de unos seres extraños al interior de su casa, está contaminada por unas malas actuaciones, unos pésimos efectos especiales, una trama confusa, una premisa que pudo ser interesante pero que aquí se va al traste, una dirección inepta, una banda sonora intrusiva y lo peor de todo: esta es una cinta de terror que no asusta en lo más mínimo. Podría continuar, pero no vale la pena. Esta es una película que se debe evitar a toda costa. Quedan advertidos.
1.NORM OF THE NORTH
Esta es una película animada tan mala que probablemente sea una de las peores películas en la historia del cine. Si usted era de los que creía que la carrera de Rob Schneider había tocado fondo, debe ver esto. La incoherente historia de un oso polar que viaja a Nueva York a impedir que construyan casas en el Polo Norte (o algo así), parece que fuera construida a partir de escoger una página al azar de los guiones de The Lion King, Madagascar, Happy Feet, Despicable Me y Ice Age y de mezclarlas como si fuera una baraja de naipes. Ni hablar de la animación que parece en estado de borrador y cuyas miradas sin vida de los rostros de los personajes son material para cualquier tipo de pesadillas. Si existe algo llamado el «Anti-Pixar», son los estudios de animación Splash y esta excreción llamada Norm Of The North. ¡Cuidado, niños! ¡Cuidado!
