Director: Lasse Hallström
K.J. Apa, Dennis Quaid, Britt Robertson, Peggy Lipton
El director sueco Lasse Hallström, experto manipulador de las emociones, vuelve al mundo canino (luego de las excelentes My Life As A Dog y la ultra triste Hachi: A Dog’s Tale), con A Dog’s Purpose, una cinta basada en la novela del mismo nombre de W. Bruce Cameron.
Este drama familiar realizado con el único propósito de hacer llorar a los espectadores, cuenta la historia del alma de un perro (con la voz de Josh Gad) y su paso por múltiples vidas caninas. Dentro de sus reencarnaciones se destaca la de un labrador llamado Bailey, quien establece una entrañable amistad con un adolescente llamado Ethan en la Norteamérica de los años sesenta.
Sin embargo, el público conocerá al heroico Pastor Alemán asistente de un policía latino de la década del setenta, y al Corgi que ayuda a una universitaria afroamericana tímida a conseguir marido, antes de que vuelva a reencarnar en un perro criollo, quien descubrirá que su antiguo dueño de los años sesenta se ha quedado solo en la vida.
A Dog’s Purpose se inspira en las cintas previas sobre perros de Hallström, así como de películas como Oh Heavenly Dog de 1980 (donde Chevy Chase interpreta a un detective que reencarna en el famoso Benji) o en la película animada All Dogs Go To Heaven de 1989 (donde un perro regresa de la muerte para ayudar a una pequeña huérfana). Por más que el espectador sepa por dónde va la historia, si ama a los animales, va a llorar a cántaros.
A Dog’s Purpose no es el mejor trabajo de su director (autor de The Cider House Rules, What’s Eating Gilbert Grape y Chocolat), como tampoco es su mejor película sobre perros (My Life As A Dog y Hachi son muy superiores), pero esta es una película que logra su cometido de afectar emocionalmente al espectador de todas las edades con mucho corazón y experticia.
Lo que no se perdona de esta cinta está más allá de ella: un vídeo de YouTube que muestra como uno de los perros actores es maltratado para llevar a cabo una escena de acción. Los productores de la película han argumentado que no hubo maltrato, solo confusión. Pero el vídeo está ahí…
