Pese a una gran actuación por parte de su protagonista, la película biográfica sobre la leyenda del Hip Hop Tupac Shakur cae en las convenciones del género.
Director: Benny Boom
Demetrius Shipp Jr., Danai Gurira, Kat Graham, Kidada Jones, Hill Harper
Veintiún años después de la muerte de Tupac Shakur, y quince años después de los documentales Tupac Resurrection (impresionante) y Tupac And Biggie (sensacionalista), llega por fin a la pantalla grande la primera película biográfica argumental sobre la vida y obra de este polémico rapero.
Este proyecto, el cual se enfrentó a numerosos percances y dificultades para convertirse en realidad, sufre al ser comparado con Notorious, la excelente cinta sobre la vida de ese otro rapero trágicamente asesinado y conocido como The Notorious B.I.G., y sufre mucho más, cuando se le compara a la maravillosa Straight Outta Compton, el biopic sobre la legendaria agrupación N.W.A., que puede considerarse como la mejor película sobre Rap de todos los tiempos.
El problema con All Eyez On Me radica en que cae en los lugares comunes de las películas biográficas, limitándose a ser una colección de anécdotas y a convertir a un artista muy singular en un mero estereotipo.
La película dirigida por Benny Boom (autor proveniente del mundo de los videos musicales) parte de una entrevista hecha al rapero en prisión, para contarnos sobre su infancia y juventud (sus padres eran miembros de las Panteras Negras), sobre su formación como artista (Tupac estudió poesía, Jazz y ballet en la Escuela de Artes de Baltimore junto a su amiga, la actriz Jada Pinkett), sobre sus inicios como músico en el colectivo Digital Underground (intérpretes de los éxitos The Humpty Dance y Same Song), sobre su triunfal carrera como solista (primero con el sello Interscope y luego con el infame Death Row), y sobre sus escándalos y tragedias (tiroteos, conflictos, y, en últimas, su asesinato).
El intento por abordarlo todo, hace que All Eyez On Me no responda a dos preguntas cruciales: ¿Qué era lo que hacía de Tupac un artista tan vital? (La revista Rolling Stone lo catalogó como el mejor rapero de todos los tiempos) y, ¿Cómo era su proceso creativo? (la cinta nos muestra a Tupac como un músico al que mágicamente se le ocurrían sus canciones, como suele ocurrir con la mayoría de películas biográficas sobre artistas).
Pero si hay algo para destacar en esta película, es la maravillosa actuación del debutante Demetrius Shipp Jr., quien no solo guarda una gran parecido físico con el rapero, sino que también logra encarnar la ira, la energía, la egolatría, la rebeldía, la inteligencia, la sensualidad y, en últimas, las contradicciones que hicieron parte de la vida de Shakur.
Es una lástima que una brillante actuación se opaque debido a una cinta mediocre. Tanto Shipp Jr. como Shakur merecían una mejor película.