Director: Brian Fee
Con las voces de Owen Wilson, Cristela Alonzo, Chris Cooper, Larry The Cable Guy, Armie Hammer
Las más recientes generaciones tienen la gran fortuna de crecer viendo las películas animadas de los estudios Pixar. Desde Toy Story en 1995 (la primera película animada hecha totalmente por computador), estos estudios nos han entregado unas verdaderas obras de arte para niños y adultos, que se distinguen por su aspecto formal impecable, por unos personajes entrañables, por unas historias fascinantes y por unos mensajes oportunos y pertinentes. Cars 3, la última entrega de Pixar, no es la excepción.
A las personas que han hecho algunos señalamientos negativos a las dos entregas anteriores de Cars, les recomiendo volver a revisar estas maravillosas películas. La primera parte del 2006, es una estupenda película sobre autos y sobre el valor de la humildad, que incluía uno de los últimos trabajos actorales del legendario Paul Newman. Y la segunda parte del 2011, es una estupenda película de espías chapada a la antigua, que incluye la voz del legendario Michael Caine. Inclusive les recomiendo ver la hilarante serie de cuentos cortos realizados para la televisión protagonizados por Mater, la grúa oxidada (con la voz del comediante Larry The Cable Guy), llenos de mitomanía y buen sentido del humor.
La tercera entrega de Cars, presentaba el riesgo aparente de no tener como director a John Lasseter (cofundador de Pixar y encargado de las dos primeras entregas) y de tener en el timón al debutante Brian Fee (miembro del departamento de arte de Wall-E, Ratatouille y de la primera parte de Cars). Pero no hay nada que temer: Cars 3 es otro nuevo triunfo para Pixar.
En clave de Rocky, el protagonista de Cars, el auto de carreras Lightning McQueen (con la voz de Owen Wilson), se enfrenta al inevitable paso de los años y a la arrogancia de la juventud, encarnada en Jackson Storm (con la voz de Armie Hammer), un auto irreverente y pomposo que destrona a McQueen del círculo de los ganadores. McQueen debe recurrir a un nuevo patrocinador (un diabólico Sterling con la voz de Nathan Fillion) y a una entrenadora llamada Cruz Ramírez (voz de Cristela Alonzo) para recuperar su dignidad, lo cual se hará de la manera más inesperada.
No quiero contar más sobre la historia. Tan solo voy a decir que esta tercera parte está llena de corazón y de emoción, la animación deja al espectador con la boca abierta, su banda sonora llena de Country y Blues es de lo mejor e incluye tres poderosísimos mensajes, más que oportunos para estos tiempos oscuros: El respeto por el pasado, la necesidad de un maestro y la posibilidad de que una mujer latina convierta sus sueños en realidad.
P.d. 1. No se pierda el estupendo corto Lou, sobre un curioso monstruo que habita en la caja de objetos perdidos en una escuela.
P.d.2. Quédese al final de los créditos, para una interesante reflexión de Mater sobre la tecnología.