Director: Jon Watts
Tom Holland, Michael Keaton, Robert Downey Jr.
El director de la película de terror Clown, toma las riendas de El Hombre Araña, el superhéroe más popular del Universo Marvel y produce un trabajo que logra retomar las raíces del cómic del personaje, para lanzarlo al mundo contemporáneo de una manera refrescante y renovada.
Spider-Man gozó de dos grandes películas dirigidas por Sam Raimi y protagonizadas por un carismático Tobey MaGuire (la tercera fue un desastre desconcertante). Luego tuvo una resurrección que prometía, dirigida por Marc Webb y protagonizada por un carismático Andrew Garfield (su secuela también fue un desastre desconcertante).
Ahora, gracias a un acuerdo de Sony (quien tiene los derechos para cine del superhéroe) y Disney, nuestro amigo El Sorprendente Hombre Araña, se incorpora por fin al Universo fílmico interconectado de Marvel con unos resultados que hacen erizar la piel a cualquier fanático del cómic. Faltaría que los estudios Fox cedan, para tener a los Cuatro Fantásticos, a Deadpool y a los X-Men dentro de este maravilloso y ambicioso metarrelato cuyos orígenes se rastrean en La Comedia Humana de Balzac).
En Spider-Man: Homecoming se ahorran las introducciones (el origen del superhéroe se omite) y se aprovecha su breve aparición en Captain America: Civil War como punto de partida de la historia. Aquí, el joven Peter Parker es apadrinado por Tony Stark (un maravilloso Robert Downey Jr.) y se convierte en el defensor de las personas del común, mientras que debe asumir las vicisitudes de ser adolescente (los deberes escolares, el matoneo, los amigos, el primer amor). Todo va más o menos bien para Peter, hasta que debe enfrentarse a The Vulture, un maleante que se aprovecha de la tecnología alienígena que quedó de la última batalla de los Avengers, para poder mantener a su familia.
Tom Holland es sorprendente como Peter Parker, su carisma supera al de MaGuire y Garfield y lo convierte en el mejor Hombre Araña hasta la fecha: nerd, obstinado, confundido, retraído y con una fuerte tendencia hacia la tragedia. Holland logra absorber todas estas características y hace del superhéroe lo que Stan Lee y Steve Ditko desearon desde sus orígenes: un adolescente que debe asumir la gran responsabilidad de tener grandes poderes.
A su vez, Michael Keaton logra convertir a un villano de segunda como lo es The Vulture, en un personaje complejo, trágico y amenazante. La química entre Holland (Spider-Man) y Keaton (Batman/Birdman/Vulture), logra poner la carne de gallina.
Se destacan entre los secundarios Jacob Batalon, quien interpreta a Ned (¿Leeds?), el mejor amigo de Peter; y Marisa Tomei, como una Tía May muy diferente a la que estamos acostumbrados.
El director de Spider-Man: Homecoming es todo un nerd como lo son los personajes de Peter y Ned, y esta película lo evidencia. Este es un trabajo muy entretenido, que logra rescatar las raíces de un personaje icónico y que le entrega al fanático muchas sorpresas. Otro triunfo para Marvel. ¡Excelsior!
p.d. No se pierda los dos divertidos epílogos al final de los créditos.
