Dunkirk (Dunquerque) (2017)

Director: Christopher Nolan
Fionn Whitehead, Mark Rylance, Tom Hardy, Harry Styles, Kenneth Branagh, Cillian Murphy

Los rumores son ciertos. Estamos ante una de las mejores películas de guerra de todos los tiempos.

Ambientada en 1940, antes de la intervención de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, la película de Christopher Nolan relata de una manera inmersiva los acontecimientos ocurridos en las playas de una población francesa llamada Dunquerque. En este lugar, más de cuatrocientos mil soldados ingleses, franceses, belgas y canadienses se encuentran rodeados por los alemanes.

Nolan es un director con una marcada preferencia por el cine clásico (filma con celuloide y para la pantalla gigante) y un gran desdén por el cine digital.  Y esta película le hace justicia a su posición. Con un sentido del perfeccionismo que nos recuerda a Stanley Kubrick y con la propuesta arriesgada de contar su relato a partir de tres lugares (aire, mar, tierra) presentados en tres tiempos diferentes (una hora, un día, una semana), Dunkirk es una cinta que le devuelve la intensidad, la espectacularidad y la grandilocuencia al séptimo arte.

En la tierra encontramos a Tommy, un joven soldado interpretado magistralmente por Fionn Whitehead, quien junto a sus compañeros Gibson (Aneurin Barnard) y Alex (Harry Styles de la agrupación One Direction), intentan volver a casa con vida, pero al mismo tiempo, buscan ayudarse a sí mismos y ayudarse el uno al otro. También se encuentra allí el comandante Bolton (un espectacular Kenneth Branagh) y el coronel Winnant (James D’Arcy, de la serie Agent Carter), quienes tratan de obedecer las órdenes de Churchill de llevar a los soldados a su hogar, que paradójicamente se alcanza a ver desde donde están.

En el aire encontramos a Farrier y a Collins, dos valientes pilotos con la misión de derribar a los bombarderos alemanes. Tom Hardy vuelve a aparecer cubierto con una máscara interpretando al testarudo Farrier (antes lo había hecho encarnando al supervillano Bane en la tercera cinta de Nolan sobre Batman) y Jack Lowden le da una gran fuerza estoica a su compañero Collins.

Y en el mar encontramos un yate conducido por un civil llamado Dawson (interpretado magníficamente por el ganador del Oscar Mark Rylance), quien junto con su hijo adolescente (Tom Glynn-Carney) y un compañero igual de joven (Barry Keoghan), se unen a la misión de rescate. Uno de los rescatados es un soldado sin nombre (Cillian Murphy, excelente como siempre), quien es presa del terror, luego de que su barco fuera torpedeado por los nazis.

En la película de Nolan hay muy pocos diálogos y el enemigo se presenta como un ente abstracto. Su objetivo es mostrar como el heroísmo, la bondad y la solidaridad surgen en tiempos de crisis. La música ensordecedora de Hans Zimmer nos ayuda a sentir la angustia, desesperación y la necesidad apremiante por sobrevivir de sus protagonistas. Durkirk evidencia a este director londinense con una filmografía casi perfecta, como un maestro del entretenimiento, capaz de darnos cintas comparables a Star Wars y a un autor con su propia poética, inteligente y experimental, capaz de trabajos comparables a 2001: A Space OdysseyDunkirk es una película que demuestra cómo las diferencias entre el cine de entretenimiento y el cine de autor pueden ser ilusorias.

P.d. Esta es una película que debe verse obligatoriamente en cines y preferiblemente en formato IMAX.

Sobre André Didyme-Dôme 1649 artículos
André Didyme-Dome es psicoterapeuta y periodista. Se desempeña como editor de cine y TV para la revista Rolling Stone en español y es docente universitario; además, es director del cineclub de la librería Casa Tomada y conferencista en Ilustre. Su amor por el cine, la música pop y rock, la televisión y los cómics raya en la locura.