Director: Patrick Hughes
Ryan Reynolds, Samuel L. Jackson, Gary Oldman, Richard E. Grant, Salma Hayek
La premisa de la cinta de acción The Hitman’s Bodyguard es la siguiente: un guardaespaldas caído en desgracia (Ryan Reynolds) debe proteger a un asesino a sueldo (Samuel L. Jackson), debido a que es un testigo clave que puede llevar al derrocamiento de un cruel dictador bielorruso (Gary Oldman).
Dicha premisa es la disculpa para intentar recuperar el género de los Buddy Cops (la dupla del policía serio y el policía gracioso), tan popular en la década de los 80, gracias a películas como 48Hrs. o Lethal Weapon. Aquí, la pareja dispareja la conforman un guardaespaldas blanco y un asesino negro, pero la estructura es la misma. El problema es que a los actores les falta química, la mayoría de las secuencias de acción no llegan a sorprender y aquí la comedia y la acción no llegan a fusionarse de una manera orgánica.
Shane Black, el guionista de Lethal Weapon y ahora convertido en director, logró recuperar la estructura del Buddy Cop con ingenio, elegancia, inteligencia y mucho humor, en las grandiosas Kiss Kiss Bang Bang y The Nice Guys. Pero el director Patrick Hughes (autor de la horripilante The Expendables 3) no le llega a los talones a Black.
Pero no todo es un desastre en The Hitman’s Bodyguard. Entre sus aspectos positivos, encontramos una divertida deconstrucción de la palabra motherfucker a cargo del experto en la materia Samuel L. Jackson, una Salma Hayek que putea de una manera hermosa (le faltó más tiempo en la pantalla) y un Ryan Reynolds en modo Deadpool, que llega a tener su momento de gloria en una secuencia de acción muy bien lograda en una ferretería.
Como película de acción The Hitman’s Bodyguard llega a ser una cinta violenta y entretenida. Pero, en últimas, este es un producto desechable. Con el paso del tiempo, hay una mayor probabilidad de que el público recuerde más a Loaded Weapon (la parodia de Lethal Weapon con Emilio Estevez y Samuel L. Jackson), que a esta cinta.
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