Director: Bryan Fogel
El documental ganador del Oscar este año es Icarus, un proyecto protagonizado y dirigido por Bryan Fogel (Jewtopia) que se aproxima al mundo del dopaje en los deportes.
La intención original de Fogel (un ciclista amateur) era la de someterse a un programa de dopaje y participar en una competencia ciclística para denunciar la negligencia de las políticas y las pruebas antidopaje. Piensen en una especie de Super Size Me, en la que las hamburguesas de McDonald son reemplazadas por anabólicos y testosterona.
Sin embargo, las cosas toman otro rumbo cuando Fogel solicita la ayuda del Doctor Grigory Rodchenkov, un atleta veterano y la cabeza más importante del programa antidopaje en Rusia. Mientras Rodchenkov suministra la colaboración necesaria para que Fogel cumpla con su proyecto, este va revelando cómo desde hace décadas el gobierno ruso ha mantenido a sus atletas, en prácticamente todos los deportes, bajo un programa secreto de dopaje auspiciado por el gobierno, el cual le ha permitido a Rusia obtener medalla tras medalla.
Icarus cita frecuentemente a George Orwell y su novela 1984, así como al caso Snowden (el documental de Laura Poitras obtuvo el Premio Oscar en el 2014). A la mitad del documental, Fogel abandona su proyecto inicial y se centra en el personaje de Rodchenkov y sus polémicas revelaciones, de un modo muy similar a como el director Alex Gibney reorientó su documental sobre el ciclista Lance armstrong, cuando en la mitad de su realización se destapó la utilización de su programa de dopaje. Por esta razón, Icarus se siente como dos documentales en uno.
Las revelaciones de Rodchenkov tuvieron las siguientes consecuencias: conllevaron a una investigación en la que la Liga Anti Dopaje solicitó la suspensión de la delegación rusa para participar en las Olimpiadas (cosa que nunca ocurrió) y Rodchenkov terminó abandonando a su familia en Rusia para ser sometido en Estados Unidos al sistema de protección de testigos, debido a que su vida se puso en peligro.
Este es un documental con exceso de metraje y que se ve afectado por el cambio de rumbo de su temática (Faces Places, otro de los nominados, como producto cinematográfico es un trabajo infinitamente superior). Sin embargo, lo que descubrimos aquí es un intento fallido, pero pertinente, de descubrir la verdad en un mundo donde la corrupción es algo cínico y rampante y donde el mundo del deporte desde hace ya mucho tiempo está altamente contaminado.
