El drama de la mujer en Colombia se ejemplifica en la historia de una mujer abusada y obligada a participar en la guerra, que nunca perdió la esperanza.
Dirección: Daniela Castro valencia, Nicolás Ordóñez
La mujer de los 7 nombres es un documental colombiano que cuenta la historia de vida de Yineth Trujillo Verján, una mujer de origen campesino que ha tenido que sufrir en carne propia el machismo y la violencia inherente al lugar en el que nació.
El título hace referencia a los diferentes nombres e identidades que esta mujer tuvo que adoptar a lo largo de su vida: Yinan fue la niña campesina que tuvo que presenciar el maltrato brutal y sistemático a su madre y el abuso sexual generado por las personas más cercanas a ella; Yira fue la joven reclutada por las FARC y convertida en guerrillera; Tania fue una bailarina exótica que luchaba para sobrevivir en una ciudad hostil y con pocas oportunidades; y Yineth es la mujer que hoy en día tiene dos hijas, un hombre que la adora y que trabaja para el gobierno apoyando el proceso de desmovilización.
Pese a los problemas formales (fotografía, edición), el debut como directores de Daniela Castro Valencia y Nicolás Ordóñez logra conectarnos con la vida difícil de esta mujer, quien ante situaciones extremas e intolerables siempre encuentra una razón para seguir con adelante.
Al igual que los recientes documentales El silencio de los fusiles y El final de la guerra, La mujer de los 7 nombres busca explorar las razones y los efectos del proceso de paz en Colombia, y del mismo modo que con el documental Ciro & yo, utiliza la historia de vida de una persona del común, para evidenciar cómo las verdaderas víctimas de la guerra son, casi siempre, la población más vulnerable.
Este es un trabajo corto pero conmovedor, que hace visible la violencia brutal a la que la mujer ha estado y sigue estado sometida. Al particularizar los problemas de injusticia y opresión a la que es sometida la mujer colombiana en el caso concreto de Yineth Trujillo Verján, se logra una fuerte conexión empática con el espectador que lo llenará de indignación y rabia, pero al mismo tiempo, de cariño y esperanza.