Bleeding Steel (Enemigo inmortal) (2018)

Luego de volvernos a sorprender con el excelente drama de acción El implacable, Jackie Chan comete un error abismal.

Director: Leo Zhang
Jackie Chan, Show Lo, Na-Na OuYang

A los 64 años de edad y con el título de ser el actor más popular y taquillero del mundo, se podría pensar que Jackie Chan, estando por encima del bien y del mal, se retiraría para disfrutar de su fama y fortuna luego de acumular numerosas heridas, producto de sus increíbles escenas de acción que  realizó a lo largo de su carrera sin tener que recurrir a dobles. Pero Jackie no quiere retirarse. Esto llevaría entonces a pensar, que el actor procedente de Hong Kong, se dedicaría a proyectos más retadores, como lo fue su afortunado coqueteo con el drama que significó la película El implacable, donde compartió la pantalla junto a Pierce Brosnan. Pero Jackie ha dado un enorme paso en falso.

Este error abismal se titula Enemigo inmortal, un desafortunado híbrido entre cine de acción y ciencia ficción que no llega al nivel de un mal capítulo de los Power Rangers. Con un pésimo doblaje al inglés, Jackie protagoniza una historia traída de los cabellos ambientada en Australia y que tiene que ver con modificaciones genéticas, ayudantes travestis y villanos que parecen ideas descartadas para Star Wars. Pero lo que es peor, son las secuencias de acción mal ejecutadas y aburridas, lo cual es algo imperdonable en una cinta de Jackie Chan.

El reto de intentar extraer algo de coherencia en esta cinta ruidosa, ridícula, con pésimos efectos especiales y poco o nada entretenida, es una tarea imposible de lograr. Asimismo, es inexplicable que Jackie haya aceptado, en este momento de su carrera, actuar en un producto tan deplorable como este.

Sobre André Didyme-Dôme 1649 artículos
André Didyme-Dome es psicoterapeuta y periodista. Se desempeña como editor de cine y TV para la revista Rolling Stone en español y es docente universitario; además, es director del cineclub de la librería Casa Tomada y conferencista en Ilustre. Su amor por el cine, la música pop y rock, la televisión y los cómics raya en la locura.