Las esposas de unos maleantes deciden convertirse en criminales por su cuenta, en una cinta que termina siendo una gran decepción.
Dirección: Andrea Berloff
Melissa McCarthy, Tiffany Haddish, Elisabeth Moss, Domhnall Gleeson, Common, Jeremy Bobb
El debut como directora de Andrea Berloff, la guionista de ese maravilloso biopic llamado Straight Outta Compton, prometía mucho y ofreció poco.
Las reinas del crimen es una adaptación de la novela gráfica de la desaparecida editorial Vertigo (la línea para adultos de DC), publicada en el 2015 y creada por Ming Doyle y Ollie Masters. Ambientada en el Hell’s Kitchen de Nueva York a finales de los años 70, cuenta la historia de Kathy Brennan, Ruby O’Carroll y Claire Walsh, tres mujeres esposas de maleantes, que deben hacerse cargo de ellas mismas cuando sus maridos son llevados a la cárcel.
Todo parecía indicar que Melissa McCarthy, Tiffany Haddish y Elisabeth Moss iban a asumir a estas mujeres con mucha energía, fuerza y sentido del humor. Pero la película de Berloff es asumida con absoluta seriedad, mucha violencia mal ejecutada, mensajes éticos ambiguos y muy poca elegancia y sofisticación. Comparada con Widows, esa excelente cinta dirigida por Steve McQueen con un tema similar, Las reinas del crimen se siente pequeña y mediocre.
No cabe duda que las protagonistas de esta cinta son talentosas. Can You Ever Forgive Me, le dio una merecida nominación al Óscar a Melissa McCarthy y evidenció su amplio rango dramático. Girls Trip, demostró el dinamismo cómico de Haddish. Y Kate Moss (bien sea en la televisión con series como Mad Men, Top Of The Lake o The Handmaid’s Tale, o en películas como The Square) ha demostrado ser una de las mejores actrices del momento. La falta de construcción de sus personajes y la dirección dispersa de la cinta hacen que el personaje de Haddish se vea demasiado contenido, que McCarthy no genere un necesario impacto emocional con su papel y que el personaje de Moss se sienta inverosímil.
Lo mismo sucede con las contrapartes masculinas, las cuales son interesantes, pero desperdiciadas. Esto sucede especialmente con el asesino a sueldo Gabriel (Domhnall Gleeson) y con Rob (Jeremy Bobb), el brutal esposo de Claire. Por tal razón, el efecto catártico que debería causar ver a estas mujeres cobrar venganza y liberarse del yugo masculino, nunca llega a generarse y nos hace pensar en la maestría de Scorsese y Tarantino para semejantes menesteres.
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