La actriz Andrea Riseborough nos ofrece una lección magistral de actuación, interpretando a una mujer bajo la influencia en una estupenda cinta independiente.
Director: Michael Morris
Andrea Riseborough, Allison Janney, Stephen Root, Marc Maron, Owen Teague
A lo largo de la historia del cine, hemos tenido varias obras maestras a cargo de grandes directores, que giran en torno al doloroso tema del alcoholismo. Billy Wilder nos entregó Días sin huella (1945), ganadora del Óscar y de la Palma de Oro en Cannes; Blake Edwards dirigió a Jack Lemmon y a Lee Remick en Días de vino y rosas (1962); Sidney Lumet adaptó la obra de Eugene O’Neill Larga jornada hacia la noche (1962); John Huston dirigió a Alfred Finney en la magistral Bajo el volcán (1984); Mike Figgis le permitió a Nicolas Cage obtener el premio de la Academia por su interpretación en Adiós a Las Vegas (1995); y recientemente, Thomas Vinterberg hizo brillar a Mads Mikkelsen en Una ronda más (2020).
Ahora se suma a las anteriores, una de las mejores películas sobre alcoholismo de todos los tiempos. Su título es To Leslie y se conoce en español como Mala suerte, buena suerte.
La cinta, heredera indirecta de Alice ya no vive aquí de Martin Scorsese, es asumida con tacto, contundencia, precisión y sensibilidad por Michael Morris, un director curtido en la televisión (House of Cards, Animal Kingdom, 13 Reasons Why, Better Call Saul), está basada en hechos reales (su guionista Ryan Binaco se basó en las experiencias vividas con su propia madre) y cuenta sobre el ascenso y caída de Leslie, una mujer que se gana la lotería, para luego quedar en condición de calle. ¿La razón? Esta madre soltera dilapidó el dinero en amigos y conocidos, pero principalmente en altas dosis de alcohol.
Tiempo después, su hijo James (Owen Teague), ha dejado a su madre alcohólica para seguir con su vida, sus amigos la desprecian y sin un empleo, esta mujer deambula por bares intentando seducir a unos hombres tan solitarios y perdedores como ella. Leslie es un personaje tremendamente antipático: ella es una persona autorreferida que engaña, roba, traiciona y abandona a su hijo, vive en un pasado que ya no existe y cuando se le ofrece ayuda, termina desperdiciándola. Pero la impresionante actuación de Andrea Riseborough logra capturar todo ese comportamiento autodestructivo y, al mismo tiempo, hacernos sentir cariño y compasión por ella.
Esta actriz que brilla con luz propia interpretando a Leslie, es conocida como Mandy para los amantes del cine de terror (esa imponente película de venganza donde compartió el escenario junto a Nicolas Cage). Además, fue la peculiar asesina a sueldo en Possessor (cinta dirigida por el hijo de David Cronenberg), y la hija del dictador ruso en la comedia surrealista La muerte de Stalin de Armando Iannucci.
Sin embargo, Riseborough fue también la protagonista de una acalorada polémica al interior de los premios de la Academia, ya que fue nominada como Mejor Actriz sin tener el apoyo de una productora invirtiendo en publicidad. Días antes del cierre de votaciones, un grupo de importantes personajes de la industria, entre ellos Kate Winslet y Jane Fonda, emprendieron una campaña apoyando la interpretación de Riseborough, lo que culminó con más de 218 actores del gremio votando por ella para que quedara nominada. La estrategia, por supuesto, no les gustó para nada a los altos mandos de Hollywood y la actriz perdió ante Michelle Yeoh, protagonista de la irregular cinta sobre multiversos Todo en todas partes al mismo tiempo. De todas maneras, su nominación significó un triunfo para ese cine independiente que tiene grandes películas, pero muy poco dinero para apoyarlas y distribuirlas.
Winslet y Fonda no se equivocaron, ya que esta cinta, pese a que tiene el apoyo de actores de prestigio como Allison Janney (ganadora del Óscar por Yo soy Tonya), Stephen Root (Barry, Broadwalk Empire, Succession), Marc Maron (Joker), Andre Royo (The Wire) y Owen Teague (Bloodline) en papeles secundarios, le pertenece a la fuerza avasalladora de Riseborough. Esta es una actriz a la que hay que tener muy en cuenta.
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