Interstellar (Interestelar) (2014)

Vuelve a presentarse en la pantalla gigante Interstellar, un épico de ciencia ficción que une emociones humanas y maravillas cósmicas.

Director: Christopher Nolan

Matthew McConaughey, Jessica Chastain, Mackenzie Foy, Michael Caine, Casey Affleck, Anne Hathaway, Matt Damon

En 2014, Christopher Nolan emprendió su proyecto más ambicioso: una ópera espacial que entrelaza ciencia, emoción y filosofía en un espectáculo épico de 169 minutos. La película sigue a un grupo de astronautas liderados por Cooper (Matthew McConaughey), quien abandona su hogar y su hija Murph (Jessica Chastain) para buscar un nuevo planeta habitable que asegure la supervivencia de la humanidad. Lo que podría haber sido un relato frío y puramente científico se convierte, en manos de Nolan, en un desgarrador drama humano anclado en las relaciones familiares y las decisiones imposibles.

El núcleo de Interstellar no son sus agujeros de gusano, planetas distantes o ecuaciones gravitacionales, sino sus personajes. Cooper y su hija Murph (MacKenzie Foy en su versión juvenil) son el eje emocional de la narrativa. La emotiva despedida entre ambos, con McConaughey mostrando una vulnerabilidad que nunca antes había mostrado (y que luego volvería a evidenciar en Dallas Buyers Club), marca el tono emocional que permea toda la película. La relación padre-hija trasciende el tiempo y el espacio, conectando las vastas secuencias interestelares con lo más íntimo de la experiencia humana: la necesidad de pertenencia, amor y legado.

Jessica Chastain interpreta a la versión adulta de Murph, cuyo resentimiento hacia su padre y obsesión por resolver las ecuaciones que podrían salvar a la humanidad aportan una perspectiva terrenal al drama espacial. Michael Caine, Anne Hathaway y un sorprendente cameo de Matt Damon añaden profundidad a la cinta de ciencia ficción, explorando diferentes facetas del sacrificio y la esperanza en medio de la adversidad.

El manejo del tiempo en Interstellar es una de sus decisiones narrativas más fascinantes y una de las características más distintivas del director de Memento, Inception y Dunkirk. La dilatación temporal que sufren los astronautas en el planeta de las mareas, donde cada hora equivale a años en la Tierra, intensifica la tensión de forma desgarradora. En una de las secuencias más impactantes, Cooper revisa años de mensajes de video de sus hijos, envejecidos en un parpadeo. La escena, con McConaughey llorando mientras el peso del tiempo lo aplasta, encapsula la angustia existencial que define a la película.

Hans Zimmer compone una banda sonora que combina órganos inquietantes con melodías minimalistas, convirtiéndose en un personaje más de la película. La música no solo subraya los momentos de tensión, sino que amplifica el impacto emocional de escenas clave, como el lanzamiento de la nave Endurance o la confrontación final en la biblioteca tetradimensional del agujero negro.

En cuanto a lo visual, Interstellar presenta una mezcla impresionante de efectos prácticos y CGI. Las representaciones del agujero de gusano y el agujero negro Gargantúa están basadas en simulaciones científicas, pero también poseen un aura casi mística que invita a la contemplación. Las vastas e inhóspitas superficies de los planetas visitados reflejan la fragilidad de la humanidad, mientras que los interiores de la Endurance evocan una claustrofobia palpable.

Pero más allá de su espectáculo técnico, Interstellar explora temas universales: el sacrificio, la paternidad, la lucha contra la desesperanza y la naturaleza inexorable del tiempo. La frase “El amor es lo único que trasciende el tiempo y el espacio” encapsula el enfoque de Nolan, que, aunque para algunos puede resultar edulcorado, es profundamente conmovedor para otros.

Aunque su tercer acto puede dividir opiniones debido a su inclinación hacia lo metafísico (después de todo, esta cinta es un homenaje a 2001: A Space Odyssey, cinta quue Nolan idolatra), la audaz combinación de ciencia y espiritualidad convierte a Interstellar en una experiencia cinematográfica poderosa. Es un recordatorio de que, incluso en un universo vasto y hostil, las conexiones humanas son nuestra mayor fortaleza.

Interstellar es una obra maestra imperfecta: grandiosa, emocionante y profundamente humana. En su algo pretenciosa combinación entre ciencia ficción dura con una meditación emocional sobre la pérdida, el tiempo y el amor, nos invita a reflexionar y emocionar por partes iguales y no hay nada malo en ello. Esto es entretenimiento inteligente.

Sobre André Didyme-Dôme 1821 artículos
André Didyme-Dome es psicoterapeuta y periodista. Se desempeña como editor de cine y TV para la revista ROLLING STONE EN ESPAÑOL y es docente universitario; además, es guionista de cómics para MANO DE OBRA, es director del cineclub de la librería CASA TOMADA y conferencista en ILUSTRE. Su amor por el cine, la música pop y rock, la televisión y los cómics raya en la locura.

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