Director: Richard Linklater
Steve Carell, Laurence Fishburne, Bryan Cranston
Larry «Doc» Shepherd, un introvertido veterano de la guerra de Vietnam cuyo hijo ha muerto en Irak y cuya esposa murió hace poco de cáncer, necesita recoger el cadáver de su muchacho para llevar a cabo el funeral. Es por eso que le pide ayuda a dos amigos que no ha visto desde que prestó servicio: Sal Nealon, un bromista alcohólico y Richard Mueller, un marine adicto a las prostitutas que ahora se ha convertido en predicador.
Esta es la premisa de Last Flag Flying, la última película del genial director Richard Linklater, el autor de la trilogía romántica más hermosa en la historia del cine (Before Sunrise, Before Sunset y Before Midnight), de las graciosísimas School of Rock y Bernie, de las inteligentes y experimentales Waking Life y A Scanner Darkly y de la conmovedora Boyhood. Linklater toma a tres grandes actores (Steve Carell, Bryan Cranston y Laurence Fishburne) y los reta para que entreguen lo mejor de sí en la pantalla. El resultado es todo un triunfo.
Last Flag Flying está basada en la novela del mismo nombre publicada en el 2005 y escrita por Darryl Ponicsan y es una secuela de la novela del mismo autor publicada en 1970 y llamada The Last Detail. El director Hal Ashby realizó una adaptación de este libro en 1973, protagonizada por un joven Jack Nicholson en la cúspide de su carrera y por Otis Young y Randy Quaid. Los actores y los nombres de los personajes han cambiado, pero Linklater retoma lo que The Last Detail dejó abierto y lo dirige de una manera más cercana al fallecido director que a su estilo personal.
Tal vez ese sea el principal defecto de Last Flag Flying. Pero ver a tres grandes actores entregando tres grandes interpretaciones, es lo que hace que esta cinta no se convierta en una simple revisión de un clásico de los años 70. La cinta de Linklater nos muestra la hipocresía de la guerra y la fuerza de la amistad masculina, y aunque en momentos cae en cursilería y en melosería, el virtuosismo de su director la convierte en todo un placer cinematográfico.
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