Director: Fatih Akin
Diane Kruger, Numan Acar, Adam Bousdoukos
Fatih Akin, el director alemán de ascendencia turca, es un autor a seguir. Sus formidables cintas Contra la Pared, Al Otro Lado, Soul Kitchen, El Padre y Goodbye Berlín, evidencian una maestría formal al servicio de una serie de historias devastadoras. Ahora nos presenta su nueva cinta llamada In The Fade, una historia oscura de justicia y venganza que incluye a la actriz Diane Kruger en su mejor interpretación hasta la fecha.
Kruger encarna aquí a Katja, una mujer con un pasado de consumo de drogas, quien termina enamorada y casada con Nuri (Numan Acar), un inmigrante turco quien terminó en la cárcel, cumpliendo una condena de cuatro años por narcotráfico (de hecho, Katja se casó con Nuri mientras este seguía en la cárcel). Ahora la pareja se ha reformado y tiene un hijo pequeño llamado Rocco y un nuevo trabajo en una empresa de consultoría de impuestos para inmigrantes dirigida por Nuri (quien estudió administración en la cárcel) y en la que Katja se encarga de la contabilidad. Katja deja a su hijo con su padre en la empresa y se va con una amiga embarazada a un spa. Cuando Katja regresa, descubre que la oficina de su esposo ha sido víctima de un atentado terrorista, que terminó con la explosión de una bomba casera, matando a su esposo y a su hijo.
Fatih Akin nos cuenta la historia de una mujer cuya vida se ve destruida por la violencia, pero se aleja de los lugares conocidos de las cintas de acción como Death Wish, que se centran en un plan de venganza que busca castigar a los victimarios. En su película vemos cómo Katja vuelve a recurrir a las drogas para mitigar su dolor, cómo su relación con familiares y amigos también se resquebraja y cómo la injusticia del sistema judicial deja libres a los culpables, llevando a esta mujer a tomar la justicia en sus manos.
Pero en In the Fade el espectador no va a encontrar balaceras o a Katja ejerciendo castigos ultraviolentos a los asesinos de su esposo e hijo al estilo de The Punisher. Este es un drama psicológico sobre los efectos del odio y la violencia que se nutre de una soberbia actuación a cargo de Diana Kruger, quien renuncia al ego y le ofrece altas dosis de humanidad a su papel, así como de un director experto, que sabe muy bien cómo contar una historia de este tipo.
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