Director: Richard Claus, Karsten Kiilerich
El Pequeño Vampiro, personaje creado por la escritora alemana Angela Sommer-Bodenburg y protagonista de una millonaria saga de cuentos infantiles, recibe su segunda adaptación cinematográfica, esta vez en dibujos animados y realizada en los Países Bajos.
La cinta cuenta la historia de Rudolph, un vampiro de 13 años de edad, cuyo clan está siendo amenazado por un malvado cazador de vampiros y su torpe ayudante. Tony, un niño de 13 años y fanático de los vampiros quien está de vacaciones con sus padres, ayudará al pequeño vampiro a sobrevivir y a salvar a su familia.
Como era de esperarse, el resultado es una cinta torpe, escandalosa e insoportable para cualquiera que sea mayor de 5 años (una advertencia para los padres de familia: terminarán revolcándose en sus sillas como vampiros recién estacados). La animación es pésima, la historia está repleta de lugares comunes, y los chistes son bobos y sin gracia.
Pero lo que sorprende, es que esta adaptación animada es infinitamente superior a la versión previa de acción real estrenada en el 2000, protagonizada por Jonathan Lipnicki (el niño de Jerry Maguire) y dirigida por Uli Edel (sí señores, el mismo de la perturbadora Cristina F). Este pequeño vampiro merece ajo, luz del día, estacas en el corazón, cruces en la frente y todo el arsenal de Van Helsing, para que nunca vuelva a ver la luz.
P.D. La media estrella de la calificación, va para la vaca vampira. El único ápice de originalidad en esta horripilante cinta.
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