Director: Alexander Payne
Matt Damon, Christoph Waltz, Hong Chau, Kristen Wiig, Udo Kier
Alexander Payne es, junto a Paul Thomas Anderson y Wes Anderson, uno de los directores más interesantes y originales provenientes de norteamérica de los últimos veinte años.
Al igual que con la filmografía de los Anderson, los trabajos de Payne son un conjunto de obras maestras: Citizen Ruth (1996), Election (1999), About Schmidt (2002), Sideways (2004), The Descendants (2011) y Nebraska (2013). Estas son unas tragicomedias en las que no hay héroes ni villanos, tan solo seres humanos. Las películas de Payne hablan sobre personas y sobre las relaciones de esas personas con el mundo, con los demás y consigo mismo. Pero lo que hace que sus trabajos sean pequeños milagros, es el enorme don para la elocuencia y para la construcción de personajes de su director.
Llega a nuestras pantallas su nuevo trabajo llamado Downsizing, una tragicomedia de ciencia ficción en la que la posibilidad de reducir a los seres humanos de tamaño, se asume como una respuesta a la sobrepoblación, la escasez de recursos y la contaminación ambiental de nuestro planeta.
Su protagonista es Paul Safranek (interpretado por un Matt Damon rechoncho y sin ninguna pretensión de galán), un terapeuta ocupacional que ha dedicado su vida al servicio. Los problemas económicos y la presión de su esposa por conseguir una casa, lo llevan a pensar seriamente en someterse al proceso irreversible de reducción, para poder ocupar menos espacio y poder aumentar sus recursos.
Sin revelar mucho de la historia, basta decir que Safranek se reduce de tamaño y se da cuenta de que su desapasionamiento ante la vida y su mediocridad siguen intactos. Un encuentro con Dusan, su vecino fiestero (un delicioso Christoph Waltz), su compañero Joris (el discípulo de Warhol Udo Kier) y Ngoc Lan, la empleada del servicio vietnamita de Dusan (una excelente Hong Chau), son el detonante para que Safranek inicie un viaje de autodescubrimiento.
Pero más allá de una reflexión sobre la existencia, Downsizing es también una película que nos habla sobre el rechazo y la discriminación, sobre la imperfección humana y sobre una sociedad obsesionada con el éxito. Todo lo anterior envuelto en un empaque muy entretenido, con una bella fotografía y con unos efectos especiales sorprendentes. Alexander Payne ha logrado una nueva obra maestra.
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