Director: Ciro Guerra
Nilbio Torres, Antonio Bolívar, Jan Bijvoet
Sudamérica es una selva exótica en donde existen unos seres místicos que poseen los secretos de toda clase de plantas mágicas que permiten expandir la mente, embarcarse en viajes astrales y entender el verdadero significado de la existencia… O por lo menos es así, en la mente del hombre blanco.
Estos son los conceptos que explota Ciro Guerra en su película de El Abrazo de la Serpiente. En un evocador blanco y negro, se nos cuentan dos historias paralelas, las cuales transcurren una en 1909 y la otra en 1940. En ambas historias, dos hombres blancos (de origen alemán y estadounidense, respectivamente), buscan la ayuda de Karamakate, un imponente indígena solitario con aire de superhéroe.
Karamakate ayuda a los científicos a buscar una planta mística llamada Yakruna, que puede salvarlos. Aplausos a Nilbio Torres y a Antonio Bolívar, dos actores naturales quienes, al encarnar a Karamakate en su juventud y en su madurez, logran hipnotizar al espectador con su carisma.
Los referentes a las películas de Herzog como Aguirre y Fitzcarraldo están presentes, así como el Apocalypsis Now de Coppola (lo cual es evidente con ese brasilero demente líder de un culto), y el 2001: A Space Odyssey de Kubrick (con ese final psicodélico y delirante a todo color).
Pero no se deje engañar. El Abrazo de la Serpiente está más cerca de los cómics sesenteros y setenteros de Tarzán y The Phantom, que invirtieron sus relatos, gracias al revisionismo anti-racista que ponía a los indígenas como los héroes y/o las víctimas, mientras que el hombre blanco terminaba siendo tratado como un ser ignorante, prejuicioso y malvado.
En esa línea, son también evidentes los referentes a The Emerald Forest de John Boorman e inclusive a The Gods Must Be Crazy de Jamie Uys. Y el mensaje tipo Carlos Castaneda acerca de cómo en el corazón del Amazonas existen plantas en vía de extinción con poderes lisérgicos, es algo que definitivamente, coloca a El Abrazo de la Serpiente en el terreno del exploitation. Buen exploitation, pero exploitation al fin y al cabo.
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