El sentido de pertenencia, el apego a lo material, la migración, el desarraigo y los conflictos familiares a causa del dinero, son algunos de los temas que se exploran en una nueva cinta que comprueba que la fortaleza del cine colombiano está en el género documental.
Sean bienvenidos a una clase de terror 101: Una familia se va de vacaciones a una cabaña en un bosque remoto y… ¿Adivinen qué? Va a ser acosada por un espanto sobrenatural.
La llegada de un mastín a la casa de un escritor fracasado que no soporta a sus cuatro hijos y que tiene problemas con su pareja, sirve como catalizador para que el hombre se replantee su vida, en una lúcida adaptación de Mi perro estúpido, el retrato autobiográfico del escritor norteamericano John Fante.
Grabada en tan solo ocho días y en medio de la cuarentena causada por la pandemia del COVID-19, un joven director colombiano especializado en cintas de terror y suspenso, nos lleva a los terrenos inhóspitos del drama y del documental falso.
Todavía se debate si la mejor película de Robert De Niro es Taxi Driver, The Deer Hunter o El Toro Salvaje. Pero con respecto a su peor trabajo, el debate ya ha quedado resuelto.
Una película familiar hermosa, emocionante y conmovedora, que evita los edulcoramientos y logra transmitir su mensaje ecológico con elocuencia y efectividad.
Jorge Luis Botero intenta darle sentido a su vida y explicar la pérdida de su madre, en un documental confesional heredero de Tarnation.
Cédric Kahn dirige y protagoniza un íntimo drama doméstico, acerca de una familia disfuncional.
Es una pena que en los cines no se pueda ingresar una botella de buen vino, ya que esta película merece tal acompañamiento.
Una deliciosa comedia familiar argentina, en la que una madre cansada de estar a cargo de su hogar, decide irse de viaje sola y dejar a su marido a cargo de la casa, con unas consecuencias aparatosas.
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