Director: Ry Russo-Young
Zoey Deutch, Logan Miller, Jennifer Beals
Las sagas literarias para adolescentes gradualmente han dejado de ser historias distópicas sobre jóvenes elegidos para transformar sociedades totalitarias (Hunger Games, Divergent) o historias de amor sobrenatural (Twilight), para convertirse en lecciones de vida sobre amores y amistades enfrentadas a la realidad de una enfermedad terminal (The Fault In Our Stars, Me Before You) y, por ende, a la misma muerte (If I Stay, Me And Earl And The Dying Girl).
Desde esta última línea, nos llega la adaptación cinematográfica de la novela de Lauren Oliver titulada Si no despierto, en la que una adolescente se enfrenta a tener que repetir un día en su vida, una y otra vez, para así aprender una serie de lecciones sobre el respeto, la amistad y el amor.
Básicamente, Before I Fall funciona como un remake libre en tono dramático de Groundhog Day, la maravillosa comedia protagonizada por Bill Murray y dirigida por el fallecido Harold Ramis, acerca de un hombre egoísta que aprende a ser una mejor persona cuando es condenado a repetir un día en su vida una y otra vez. Pero Before I Fall tiene el mérito de utilizar el medio de las sagas juveniles para enseñarle a los millennials algunas lecciones pertinentes sobre el bullying, la tolerancia, la superficialidad y el poder de la palabra para lastimar.
Además, esta película cuenta con unas buenas actuaciones a cargo de la carismática Zoey Deutch (Everybody Wants Some!!), quien interpreta a Sam Kingston, la chica que debe repetir hasta el infinito un día de San Valentín; y de Logan Miller, quien encarna a Kent McFuller, el chico que ha estado enamorado de Sam por mucho tiempo y que debe sufrir ese odioso estado de friendzone por parte de Sam.
Pese a la fórmula predecible y a lo poco original del relato, el candor de sus personajes y la intención de decirle algo importante a su público sin tener que llegar a predicar de una manera cursi y recalcitrante, hacen de Si no despierto una cinta pasable.