Skjelvet (The Quake) (El gran terremoto) (2018)

Una secuela que, aunque no supera a su predecesora, llega a emocionar y a aterrar por partes iguales.

Dirección: John Andreas Andersen

Kristoffer Joner, Ane Dahl Torp, Edith Haagenrud-Sande

En el 2016, el director noruego Roar Uthaug (Tomb Raider), nos presentó La última ola, una película del género de desastres, que en este caso se centró en un Tsunami que sacudió de manera inminente a un pequeño poblado turístico.

Kristoffer Joner (The Revenant) interpretó a Kristian Eikjord, un esposo, padre y geólogo, que temía lo peor y quien se enfrentó a la incredulidad de su familia y colegas. El Tsunami llegó y, aunque Kristian logró salvar a su esposa e hijos, muchas vidas se perdieron y la experiencia fue definitivamente traumática.

Sin embargo, la mala suerte parece estar persiguiendo a Kristian. Separado de su familia y víctima de ataques de ansiedad, el geólogo ha decidido vivir en solitario, hasta que la inminencia de un terremoto de alta intensidad que amenaza con destruir a Oslo, vuelve a poner a Kristian en la ardua tarea de tratar de convencer a su esposa, hijos y colegas de la inminencia del desastre.

Más que una secuela, esta es básicamente la misma historia de La última ola, con la diferencia de que el Tsunami es reemplazado por un terremoto. ¿Vale entonces la pena verla? La verdad es que sí.

El director John Andreas Andersen (fotógrafo de las cintas Headhunters y King of Devil’s Island), se excede en el primer acto tratando de sentar los precedentes para el mega desastre que está por suceder. Pero cuando llega el terremoto (por supuesto, ¡tenía que suceder!), es cuando su película se convierte en algo verdaderamente aterrador.

Junto a Kristian, regresa su esposa Idun (Ane Dahl Thorp), ahora anfitriona de un gran hotel; y los hijos Sondre (Jonas Hoff Oftenro) y la pequeña Julia (Edith Haagenrud-Sande). Se incorpora al elenco la actriz Kathrine Thorborg Johansen encarnando a Marit, hija de un estimado colega de Kristian y quien va a desempeñar un papel crucial en el momento en el que el terremoto agarre a Julia en el último piso del edificio donde trabaja su madre.  

El diseño sonoro de El gran terremoto (evite a toda costa los pésimos doblajes al inglés y al español), sus efectos visuales (el derrumbe de los edificios pone la piel de gallina) y el énfasis puesto en las relaciones humanas, hacen de esta cinta toda una lección en entretenimiento.

Sobre André Didyme-Dôme 1646 artículos
André Didyme-Dome es psicoterapeuta y periodista. Se desempeña como editor de cine y TV para la revista Rolling Stone en español y es docente universitario; además, es director del cineclub de la librería Casa Tomada y conferencista en Ilustre. Su amor por el cine, la música pop y rock, la televisión y los cómics raya en la locura.