La respetada directora danesa Susanne Bier opta por el éxito comercial con una cinta de terror y ciencia ficción muy poco original.
Dirección: Susanne Bier
Sandra Bullock, John Malkovich, Trevante Rhodes, Sarah Paulson, Danielle MacDonald
La directora de origen danés Susanne Bier ha ganado un merecido respeto por cintas como Después de la boda, Cosas que perdimos en el fuego o En un mundo mejor. Pero ahora obtiene un gran éxito comercial con uno de sus trabajos más débiles: Una cinta de terror y ciencia ficción llamada A ciegas.
Basada en el libro de Josh Malerman, esta es la historia de una invasión alienígena en la que unos misteriosos seres llevan a la locura y al suicidio a aquellos humanos que los vean. Es así que, si se quiere sobrevivir, se debe evitar cualquier contacto visual con ellos.
Pese al rostro inexpresivo de Sandra Bullock (producto de múltiples intervenciones estéticas), ella es una muy buena actriz. Su personaje de Malorie, es el de una superviviente que no va a permitir que le pase nada a los dos niños pequeños que tiene a su cargo (Julian Edwards y Vivien Lyra Blair). Gracias a los flashbacks nos enteraremos lo que le sucedió a su hermana Jessica (Sarah Paulson) y cómo esta mujer embarazada junto con ocho sobrevivientes más, busca refugio en una casa cuyo dueño es un hombre egoísta llamado Douglas (John Malkovich). Entre los ocho se destacan Olympia (Danielle MacDonald), quien también está embarazada; y Tom, un veterano de la guerra de Irak (Trevante Rhodes), con quien Malorie va a establecer una relación afectiva. Como en el escenario del presente Malorie se encuentra sola con los dos niños y con una caja con pájaros que avisan a los que no pueden ver sobre la presencia de los alienígenas, el espectador ya sabe de antemano que los demás van a morir. Solo falta saber cómo.
La música de Trent Reznor y Atticus Ross le brinda elegancia y sofisticación a una película llena de lugares comunes, sustos irregulares y un subtexto que en realidad no existe. A ciegas también sufre cuando se le compara con A Quiet Place, una cinta infinitamente superior con una historia demasiado similar. Sin embargo, el público la convirtió en la cinta más vista en la historia de Netflix hasta la fecha. Ojalá que esto no termine con una gran directora sucumbiendo al facilismo o con una secuela totalmente innecesaria.
